Es motivo de orgullo ver las actitudes de los alumnos que pasan por escuelas con formación en educación ambiental. Pertenecer a una institución educativa sensibilizada en este rumbo que permite la participación de manera activa y como padres de familia desde su fundación.
En el Instituto Nautilus se ve crecer a los hijos, brotarles convicciones que les harían parecer Juanas de Arco y Quijotes:
- ¡Cierra la llave! (a compañeras de preparatoria mientras se tallan el jabón o cuando van a sus casas y las observan lavarse los dientes). En el Nautilus, me hablaron del calentamiento global desde que tengo 5 años.
- Vamos a reforestar el Veladero: ¡Llego el viernes, salgo en la madrugada! cuando surgió la polémica ante la construcción de la carretera.
Convicciones sembradas y cultivadas por un sistema educativo comprometido con el planeta, invitan a generar respuestas desde el corazón.
En el Centro de Investigación y Docencia en Humanidades del Estado de Morelos, se realizan trabajos de servicio a la comunidad mediante un seminario. El interés por asistir con el afán de retroalimentar el germen de la intuición, convicciones, para traducirlas en trabajo comunitario, de servicio social como docente en una universidad del municipio, han sido la fuente de ideas por y para educar, por y para el autodidactismo.
Con base en lo anterior y por un esfuerzo por mantener nuestro Parque Nacional El Veladero, se agradece el ejercicio para vincular la docencia con la realidad social de nuestra localidad, mantener vigente la investigación con la realidad planetaria denominada Calentamiento global, rumbo a la construcción de una red de investigación con la Universidad Iberoamericana Santa Fé por medio del MCs. Enrique Healy y el Dr. Héctor Ocampo en la Universidad Loyola, generar acciones locales para retos globales; se organizaron conferencias, debates, simulación de negocios con propuestas sustentables.
El sistema educativo oficial, hoy le quita el sueño a cualquiera. La incongruencia por falta de formación e información en algunos servidores públicos sobre esta realidad del cambio climático irreversible, influye de manera radical en las diversas visiones que puede tener un problema social tan complejo como es la pobreza, resolver "necesidades necesarias" como vivienda, salud, erradicar el analfabetismo que avanza en rumbos diversos como el tecnológico además del que se conoce como funcional.
Se suma a este esfuerzo la oportunidad de vincular por medio del arte, un mensaje por la tierra, fomentar el mantenimiento y cuidado de nuestros recursos ambientales; así, se conjuntaron esfuerzos invaluables: Nicolás de Jesús, Víctor Juárez y Gabriel Rodríguez Trinidad, muralistas Guerrerenses, no dudaron en involucrarse con esta causa por la tierra y el medio ambiente.
Se agradecen las facilidades por el espacio para elaborar dicho trabajo artístico. A la "seño" Licha, por desprenderse de manera espontánea de su salario tras la conversación en la banqueta frente a los trabajos de albañilería, donarlo para un bulto de cemento, otra mamá donó 10 bultos de mortero. ¡Gracias!
Mientras más información se logre transmitir, podremos generar, construir, propiciar nuevas soluciones como grupo, abandonar el egoísmo como postura que brota de manera mecánica por la ceguera de que el dinero lo compra todo.
El arte, es una de tantas respuestas; un espacio de lo posible, es juego con la mente y el corazón.
La expresión para sublimar la emoción contenida por falta de canales, foros, espacios para opinar para engrandecer la conciencia colectiva de los acapulqueños.
Ojalá logre ser un pequeño bálsamo para el espíritu. Ojalá logre contrarrestar los efectos de nuestros errores presentes, del pasado; errores que poco a poco cobran víctimas como la desaparición de especies. La ausencia de medidas individuales y colectivas para cambiar de rumbo, para corregir y convertirlo en aprendizaje colectivo que fomente el apoyo comunitario.
La educación informal tendrá su mérito para equilibrar las fuerzas de la ignorancia, la omisión por el capital político por abandono, por seguir viviendlo con la comodidad aprendida a la que tendrémos que renunciar antes que podamos ser testigos de la desaparición del ser humano como especie sobre el planeta. La vida seguirá, pero la humana...no
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